sábado, 25 de agosto de 2012

Táctica y Estrategia

Mi táctica es mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible


Mi táctica es quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos simulacros
para que entre los dos
no haya telón ni abismos

Mi estrategia es en cambio
más profunda y más simple
 
Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo  ni sé
con qué pretexto
por fin
me necesites.

Mario Benedetti

domingo, 13 de mayo de 2012

Nunca duden...


  Tenernos en su seno maternal durante nueve meses no ha sido tarea fácil, sin embargo no se imaginan cuan agradecido estamos por haberlo hecho. Aunque en algunos momentos tengamos diferencia por aquella bendita testarudez que nos caracteriza como seres humanos, nunca duden lo agradecido que con ustedes estamos.

      Madres son muchos los tipos de hijos que todas ustedes podrán tener. Tendrán los buenos, los malos y los que se portan más o menos; los profesionales, los comerciantes a los que le encanta estudiar y a los que eso no les hace mucha gracias; sin embargo no lo duden las queremos mucho. Pues nuestro primer hogar al menos por nueve meses fue su cálida barriguita, casa bendita, primera de nuestra niñez, siempre cálida, siempre lista para nosotros.

    Perdónenos de antemano por todas las rabietas que le hemos causado, esas que aceleran la aparición de canas en su hermosa cabellera, pero vaya por la carga de sabiduría que les dejan. Las queremos sabias, las queremos grandes madres… NUNCA DUDEN QUE SE LES QUIERE.

Miguel Belloso

jueves, 5 de abril de 2012

Defensa de la alegría

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría

Mario Benedetti y Daniel Viglietti

domingo, 19 de febrero de 2012

Soneto XLIV

Sabrás que no te amo y que te amo
puesto que de dos modos es la vida,
la palabra es un ala del silencio,
el fuego tiene una mitad de frío.

Yo te amo para comenzar a amarte,
para recomenzar el infinito
y para no dejar de amarte nunca:
por eso no te amo todavía.

Te amo y no te amo como si tuviera
en mis manos las llaves de la dicha
y un incierto destino desdichado.

Mi amor tiene dos vidas para amarte.
Por eso te amo cuando no te amo
y por eso te amo cuando te amo.

Pablo Neruda

Escribo tu nombre

En el fuego gloriado
Escribo tu nombre 
 
En la carne que se brinda
en las frentes amicales
en la mano que se tiende 
escribo tu nombre

en el cristal de sorpresas
en estos labios atentos
por encima del silencio
escribo tu nombre

En mis refugios caídos
en mis faros derrumbados
en los muros de mi tedio
escribo tu nombre

En la ausencia sin deseo
en la soledad desnuda
en la raya de la muerte
escribo tu nombre 
 
En la salud recobrada
en el peligro esfumado
en la espera sin memoria 
escribo tu nombre

Por el poder de un vocablo
yo recomienzo mi vida
solo he nacido por verte
por nombrarte
 
Libertad.
P. E.

Testamento de miércoles

Quiero aclarar que este testamento
no es el corriente colofón de vida
más bien se trata de un legado frágil
vigente sólo hacia el final de un día


digamos pues que lego para el jueves
las inquietudes que me puso el martes
cambiadas sólo un poco por los sueños
y esa tristeza que es inevitable.


Lego una nube de mosquitos y una
computadora que no tiene pilas
y hasta mi soledad con la esperanza
de que mis legatarios no la admitan.


Lego al jueves cuatro remordimientos
la lluvia que contemplo y no me moja
y el helecho ritual que me intimida
con la vieja elegancia de sus hojas.


Lego el crujido azul de mis bisagras
y una tajada de mi sombra leve
no toda porque un hombre sin su sombra
pierde el respeto de la buena gente.


Lego el pescuezo que he lavado como
para un jueves de horca o guillotina
y un talante que ignoro si es recato
o estupidez malsana o alegría.


Lego los arrabales de una idea
un tríptico de espejos que me hiere
el mar allá al alcance de la mano
la hiedra que abanica las paredes.


Y sólo ahora pienso que en mi árbol
en mis brumas sin rostro y en mi vino
me quedan por legar tantas historias
que alguna se me esconde en el olvido.


Así que por si acaso y por las dudas
y para no afligir a quien me herede
las dejo para otro testamento
digamos el del viernes.




Mario Benedetti